lunes, 20 de febrero de 2012

De la consistencia de los sueños.

Imagen tomada de http://bitsonbeats.blogspot.com/2012/01/cosas-que-quizas-no-sabias-sobre-los.html

Así han sido las cosas entonces. Un reencuentro con una agenda oculta, la de ella, unas ganas de conectarse emocionalmente eliminando las barreras, todas las barrera, incluyendo el uso del condón -esas ganas fueron las mías-, y un acto de fe en que nada va a ocurrir, eso sí, basado en la información, la de ella, y... ¡bam! A quedó embarazada. ¿Por dónde empezar para hablar de este pasaje? Tal vez podría iniciar diciendo que el acto de no usar condón fue algo completamente premeditado, pero tenía sus bases. Yo en realidad no soy ningún kamikaze que se aviente así nomás porque sí a tener relaciones desprotegido. De hecho, yo no tengo relaciones sin condón y eso supongo que está claro en este blog. Es una "política" permanente y sistemática. No tengo problema con los preservativos y soy inflexible en ese aspecto, por más que me insistan, y debo decir que sí ha habido unas cuantas personas que han insistido. Bueno, así fueron las cosas, en esa visita que ella me hizo a la casa, después de algunos meses de no vernos y después de mucho tiempo de no tener relaciones sexuales entre nosotros, yo decidí que fuera sin condón y eyaculé dentro de ella lleno de emoción y de gozo. Sin embargo, mientras eso sucedía no dejaba de darme vueltas en la cabeza, en el fondo de mis pensamientos, que eso no estaba bien. Luego de esa ocasión que sucedió hace ya algunos meses, y una vez establecida la posibilidad de un reencuentro más en nuestra ya larga y atormentada relación, fue difícil pensar en usar condón de nuevo. Yo me convencí de que ella no podía quedar embarazada y, si así fuera, me lo diría (¿realmente pensaba que me lo diría?). En fin, quise creer eso y seguí teniendo relaciones así nomás. Una mañana me desperté de sobresalto en mi casa. Había soñado que Tita se sentaba a la orilla de la cama y se tocaba la panza. Estaba embarazada y lucía una sonrisa amplia cuando me miraba. Habíamos vuelto de nuevo y ese hijo que cargaba era mío. En ese momento me desperté de golpe y angustiado. Comenté eso con A unos días después. Le dije lo que me había pasado y lo que pensaba. Algo en mi cabeza daba vueltas inconcientemente y había asomado en forma de este sueño angustiante. Ella me aseguró en ese momento que no había prácticamente ninguna posibilidad de que ella quedara embarazada, por lo que no tenía de qué preocuparme. Yo me sentí incómodo con este tema, es decir, si bien es cierto que era de lo más agradable tener relaciones sin estar preocupado por el uso de preservativos, también el no usar nada representaba una especie de recordatorio de que estábamos haciendo esto así porque ella no podía tener hijos. En el fondo de mi corazón era como si yo le estuviera recordando su infertilidad, dado que yo le he dicho infinidad de veces que no quiero tener hijos. En este sentido, pienso que tal vez me hubiera sentido más cómodo usando condón, porque así no quedaba esta sensación de sus dificultades reproductivas. Qué locura, lo sé, es un enredo de ideas y emociones. Días después ella decidió que nos dejáramos de ver otra vez. Necesitaba pensar cosas que tenían que ver con una relación reciente que había terminado o por lo menos había quedado en pausa. Yo solamente escuché y estuve dispuesto a la nueva separación. Era algo que esperaba en cualquier momento, como ha sucedido siempre con ella. Yo estaba preparado. Nos dejamos de ver. Días más tarde A me avisó que estaba embarazada. Mi sueño aquél había sido como una predicción. Yo sabía que eso estaba mal y lo había hecho de todos modos. Ese sueño no ha dejado de inquietarme. Lo consulté con mi gurú y me dijo que Tita quedó en mi vida como la corporeización de todas mis debilidades y mis miedos y por ello, cada vez que yo sienta angustia por alguna situación, estaré vulnerable a que ella se me aparezca en los sueños, representando mi angustia sobre algo que mantengo a nivel  inconciente. Yo bromeaba al respecto. ¿Es entonces que T se convirtió en una especie de ángel de la guarda que me estaba protegiendo de mí mismo al pegarme tremendo susto cuando se sentó a la orilla de la cama y me mostró su panza de embarazada? ¿Era un aviso de que eso me podía pasar si seguía teniendo sexo sin protección? De la consistencia de los sueños.