martes, 6 de noviembre de 2007

Una relación pornográfica


Imagen tomada de: http://blog.daum.net/_blog/
Es el título de una película francesa que he visto como tres veces y que tiene un misterioso atractivo para mí. Hace unos días estaba explicándole a una amiga la razón por la que me llamaba tanto la atención esta cinta y creo que en realidad son varias las razones. Obviamente, en esta explicación, se asoman rasgos de mi personalidad en la dimensión sexual que muestran un poco de mi perfil íntimo.
La película tiene una trama más o menos simple: una mujer francesa pone un anuncio en una revista solicitando algún interesado para que ella pueda llevar a cabo una fantasía sexual específica. Un hombre español contesta su anuncio y se conocen en un café. Se van a un hotel, cierran la puerta y no se sabe qué hacen. Se despiden pero acuerdan verse de nuevo. Eso se convierte en una especie de rutina que les lleva -imperceptiblemente para ellos, evidentemente para el espectador- a desarrollar ciertos sentimientos que, por un juego de equivocaciones, no podrán llevarlos al siguiente nivel.
Utilizando dos planos temporales, uno son entrevistas por separado tanto a ella como a él sobre cómo resultó su experiencia en lo sexual y en lo emotivo, y el otro son flashbacks que muestran las escenas del encuentro y sus detalles, la cinta aborda el tema de la pulsión sexual, de la necesidad de experimentación, de las decisiones adultas, de la dificultad para identificar la transición de la atracción sexual a la atracción sentimental y, por supuesto, las trampas comunicativas en las parejas.
La cinta me encanta por varias razones. La primera porque habla de una sexualidad adulta y civilizada, donde las cosas se realizan de común acuerdo pero abiertamente, por el gusto de experimentar. Segundo, porque mantiene elegantemente en secreto la fantasía sexual que ella deseaba realizar y que llevó a cabo con el español, de esa manera uno puede pensar lo que sea, lo que su imaginación pueda darle. Tercero, porque plantea una relación que surge de un impersonal encuentro sexual que vuelve personal una relación de adultos y a la que ellos van acercándose con sigilo, miedo y al mismo tiempo disfrutando el proceso. Cuarto, porque hay un punto de quiebre en la comunicación entre ellos que hace que las cosas cambien de maneras que ellos no se esperaban. El lenguaje verbal les juega una mala pasado, lo mismo que la comunicación no verbal. Por último, la quinta razón, es porque finalmente esta historia triste es narrada por los entrevistados de una forma positiva, es decir, no lo ven como una tragedia, sino como un pasaje en sus vidas y ese contraste entre nuestra visión como expectadores y la de ellos como protagonistas hace que la historia sea más profunda.
En fin, lo cierto es que es una recomendable cinta francesa que se llamó acá Una relación íntima.

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