viernes, 6 de julio de 2007

Pesadilla al amanecer



Hoy viernes estoy despertándome con una pesadilla que quiero relatar cuanto antes aquí antes de que se me olvide. Fue bastante violento mi despertar y creo que tiene relación con lo que escribo acá así que por eso decidí compartirla en este blog.
Estaba en Miami o algo así, como de vacaciones en el mar y junto a mi familia. Estábamos todos en un balcón tomando la brisa pero cubriéndonos del sol. Yo me encontraba de muy buen humor, cosa que no siempre sucede.
De pronto les aviso a mis familiares con los que estaba que voy a ir a bañarme para sacarme la sal del mar. Serían algo así como las 14:00 o 15:00 hrs., más o menos. Lo calculo por el tipo de luz que había. Lo curioso es que los baños de ese hotel estaban hacia adentro del mar y para llegar a ellos había que caminar por una especie de muelle hasta llegar a una instalación desde la que se podía ver por las ventanas el hotel frente a la costa de Miami. Allí me encontraba yo, dentro del baño, que era más como un baño de vapor o uno de esos grandes baños de gimnasio. Estaba orinando cuando se aparece un tipo también completamente desnudo y me saluda. Yo inmediatamente capté que el tipo era gay y quería ligar conmigo. Yo lo saludo cordialmente pero no le hago mayor caso. De cualquier manera recuerdo que me dio cierto gusto y cierta incomodidad que alguien quisiera abordarme ahí, en ese baño. Al tipo se le notaba bastante que era gay, así que para mí eso es una buena razón para ignorarlo.
No bien había terminado mi reflexión sobre el tipo aquél, cuando empieza un fuerte terremoto. Las cosas empiezan a moverse violentamente de un lado para el otro y lo que a mí más me impresionaba era que la fuerza telúrica era más bien una fuerza magnética que amenazaba con desprender la parte de los baños, donde me encontraba yo, del resto del hotel donde se encontraba mi familia.
El movimiento era muy intenso y con mucha dificultad el tipo que estaba conmigo y yo alcanzamos la puerta, muy asustados. Abrimos la puerta del baño y vemos pasar a un hombre volando justo frente a nosotros. Era un hombre mayor, que había perdido fuerza para sostenerse de los barandales y se encontraba a merced del movimiento de la tierra y el mar.
Poco a poco el tipo y yo logramos salir del baño y empezamos a caminar por el muelle en dirección al hotel, para buscar un sitio más seguro. Se movía todo, la tierra, el mar, el cielo estaba gris y corría un aire intenso. Yo veía al tipo adelante de mí. Estaba muy asustado y de pronto grita "¡no quiero morir así!" y a mí me dá más miedo todavía de que su pánico tenga justificada razón.
En un momento el tipo pierde fuerza y se suelta del barandal. Sale volando y lo pierdo de vista. Me doy cuenta de que la cosa es mucho más grave de lo que pensaba y empiezo a dudar que pueda llegar a la parte del hotel donde se encontraba mi familia. Mientras avanzo hacia allá pienso que esa es justo la peor manera que tendría para morir. Siempre me ha parecido que morir ahogado es la peor de las muertes y la angustia de ahogarme en el mar me ha generado muchas pesadillas.
Poco a poco sigo avanzando atenazado al barandal que es mi único asidero antes de llegar a tierra firme. Se mueve todo. En un momento, esa fuerza magnética, gravitacional, hace que las estructuras del muelle comiencen a estirarse, como si fueran un chicle y a alejarse del resto de la construcción donde estaba mi familia. Empiezo a ver que me alejo de ellos y que el mar amenaza con tragarme. Todo empieza a borrarse, a perderse en una tormenta que además me nubla la vista. La estructura se estira más y más, pero no se rompe...
En ese momento desperté. Estaba en casa, en mi cama, en México. Todo seguro.
¿Qué diría Freud de mi sueño?

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