jueves, 3 de mayo de 2007

Tercera llamada (segunda parte)


Lo prometido. Intentaré llegar al número 100.

51. Mi posición favorita es el doggy style, aunque no creo tener ningún santo aborrecido.

52. Cuando era chico y empecé a masturbarme, creía que el placer de las mujeres dependía del orgasmo y de la eyaculación de los hombres. Luego aprendí que no, que cada quien tiene su orgasmo independientemente o simplemente no tenerlo. Eso marcó una enorme diferencia para mí, porque sentí que entonces el sexo era mucho más individual, es decir, algo más privado, personal, algo casi egoísta. Luego, leyendo a Bataille sobre el abismo que hay entre una persona y la otra, me acordé de ese descubrimiento de la adolescencia. Ese aislamiento que sentí cuando supe cómo funcionaba el placer en pareja es el abismo del que hablaba el filósofo.

53. Durante la adolescencia me masturbé frenéticamente, como muchos hombres. Eso sí, siempre con una culpa tremenda de no ser lo suficientemente fuerte de carácter como para evitar dejarme caer en la tentación todas las noches. Pensaba que el resistir la tentación fortalecería mi persona, mi temple y mi espíritu. ¿De dónde habré sacado eso si mi familia no es religiosa?

54. En la actualidad extraño mucho a una ex pareja que tuve entre los 31 y los 36 años. Frecuentemente cuando me masturbo pienso en ella y en nuestras sesiones de sexo, que eran maravillosas.

55. No me parece desagradable tragar semen, ni el mío ni el de las parejas masculinas que he tenido. Sin embargo, me da bastante asco cuando veo ese tipo de escenas en películas porno.

56. Del porno tampoco me atrae la acción de chava con chava. Me parece bastante aburrida. En cambio sí me gusta ver acción de hombre con hombre, pero lo que más me gusta es ver acción de hombre con mujer y en tríos ya lo mencioné en el post anterior en el punto 33.

57. Cuando va a visitarme mi pareja actual, que es un hombre, siempre me da cierta incomodidad que los vecinos nos encuentren llegando o saliendo de casa. A pesar de que ya tenemos muchos años juntos todavía eso me incomoda. Él no vive conmigo.

58. Puedo tener un coito de muy larga duración. Horas incluso. No tengo problemas para controlar mi eyaculación. Lo que sí no puedo hacer es tener muchos coitos en una misma noche. Tal vez tres o cuatro serían lo máximo, pero por lo general es uno, muy largo o dos a lo más.

59. Como he tenido relaciones sexuales tanto con hombres como con mujeres, puedo decir que, en mi experiencia, es más rico tener sexo con una mujer. Puedes penetrar durante mucho tiempo, cambiar de posición y volver a empezar cuantas veces sea necesario. Con un hombre en cambio, la cosa es más rápida, más directa y, si hay penetración, eso no durará mucho porque al poco rato el penetrado se sentirá un poco irritado y pedirá terminar. Insisto, es en mi experiencia.

60. Creo que soy un gran voyeur, no solamente porque me gusta mirar en el sexo sino que me gusta mucho mirar a la gente en la calle, observar a la gente que no conozco y me gusta inventarme historias. Un juego común es tratar de imaginar qué tipo de persona será aquella que estoy mirando, sexualmente hablando.

61. No me considero un fetichista, para nada. Pero sí sé que hay algunas cosas que me encienden maravillosamente: el pelo largo de una mujer, los calzones cuadraditos en los que se les ve apenas la parte baja de las nalgas, los vestidos sueltos. De los hombres, los pectorales desarrollados y el abdomen firme.

62. He tenido sueños eróticos con algunos familiares. Todos hombres, por lo que ahora recuerdo. En realidad han sido solamente con dos familiares. Nunca nada más que eso.

63. En mi oficina actual he tenido sexo una sola vez. Consistió en dar sexo oral a mi pareja.

64. Cuando tuve la relación con otro hombre a los 35 años -lo que considero oficialmente mi primera relación homoerótica- terminé llorando en el consultorio de mi terapeuta. Él me tranquilizó y me ayudó a entenderlo y a aceptarlo. Al poco tiempo sentí que había sido muy valeroso de mi parte haber "traspasado" la línea de la heterosexualidad y pensaba: por lo menos no me quedé con la duda.

65. Mi hora favorita para hacer el amor es por la tarde, después de comer, o mejor aún, después de dormir la siesta. La segunda mejor hora es por la mañana, al despertar.

66. Mi día favorito para el sexo es el sábado. Si combinamos mi día favorito con mi hora favorita, puedo llegar a alcanzar el nirvana.

67. Tuve, durante algunos años, sexo esporádico con una chica 15 años menor que yo. La primera vez yo tenía 33 y ella 18. La última vez ella tenía 27 y yo 42. Nunca lo disfruté mucho. No pude quitarme el pudor que me daba la diferencia de edad. Nunca sentí que estaba haciendo el amor con una mujer, sino con una niña.

68. Nunca he tenido sexo con una mujer mucho mayor que yo.

69. No me arrepiendo de haber hecho el amor con nadie en particular. Lo que sí pienso es que con algunas personas lo debería haber hecho muchas veces menos y terminar esa relación mucho antes.

70. La única factura que tengo pendiente es no haber tenido sexo con la chica que me gustaba de mi trabajo actual. A lo mejor algún día.

71. Una vez tuve que llevar a la novia con la que viví a abortar. Tal vez un día cuente la historia acá. A pesar de estar a favor del derecho a decidir, después de vivir la experiencia me di cuenta que no tiene nada de gracioso, ni para el hombre que apoya ni, por supuesto, para la mujer que se lo practica.

72. Durante algún tiempo me pasó por la cabeza que yo podría ser estéril. No por algo en particular, sino simplemente lo llegué a pensar. De cualquier manera, nunca me he realizado un conteo espermático.

73. Soy un convencido de que hay que usar condón en las relaciones sexuales, a menos de que quieras tener hijos. Viviendo en pareja he preferido usar condón a que mi mujer sufra los efectos de las pastillas anticonceptivas o las broncas con el dispositivo intrauterino.

74. He tenido muchas veces sexo sin protección y corriendo el riesgo de embarazar a alguien. Dado que no ha sucedido, de ahí me venía, creo, la idea de mi supuesta esterilidad.

75. A pesar de las muchas opiniones negativas que he oído sobre el sexo cibernético (chat, e-mails, webcam, foros, páginas web, blogs, etc.) a mí me ha resultado una de las formas más poderosas de excitación. La combinación de anonimato, riesgo y excitación básicamente por la lectura y la interacción escrita, detonan en mí una capacidad de erotización muy singular. Con esas prácticas me quedó claro que el principal órgano sexual es el cerebro.

76. Como ya comenté, conocí por chat a un hombre con el que luego nos vimos y tuvimos una relación de cuatro meses. Luego de eso contacté con otros hombres y a algunos los conocí personalmente y todos fueron un fiasco, salí prácticamente huyendo de la cita. Eso pasó como tres o cuatro veces hasta que desistí por completo.

77. Por alguna razón no me atraen los hombres gay, sino los hombres bisexuales o bicurious. Quizá porque me identifico más con estos que con los primeros.

78. Me gusta dar beso negro, no tengo ningún problema con eso. Obviamente el área en cuestión tiene que estar impecable, de lo contrario me regreso por donde venía.

79. De mis parejas homo, a uno le encantaba darme beso negro, al otro ni de broma.

80. Me corto los vellos púbicos pero no totalmente. Me parece más higiénico que dejarlos largos y también evito así que se enreden con el pene y que lo lastimen.

81. Una de mis fantasías sería conocer a un hombre igualmente bisex como yo pero que más que mi pareja fuera mi confidente. Igual me gustaría tener sexo con él, pero lo quisiera como para hablar abiertamente de sexo entre hombres.

82. Me asombra el nivel de ignorancia que tiene la gente adulta respecto al sexo. No tienen ni siquiera el suficiente vocabulario para hablar de ello, además que viven con mitos e información errónea durante toda su vida.

83. Lo primero que veo en una persona que me atrae es la boca. Lo segundo, el pelo.

84. Me gusta hacer el amor con música. Durante mucho tiempo me encantaba poner un disco de acid jazz que se llama After Hours vol. 2 Last Call.

85. Una de mis parejas femeninas quiso aprender más sobre sexualidad cuando me conoció y me pidió algunos libros para leerlos. Después de eso, aprendió a reconocer que podía eyacular durante nuestras relaciones sexuales. Para ella fue todo un descubrimiento. Para mí fue una fuente de placer extra. Eso sí, la cama pasaba mojada o había que ingeniárselas con toallas. Recientemente otra amiga me contó que lo consiguió con la masturbación utilizando un dildo. También quedó fascinada de ella misma.

86. Nunca he estado en un cuarto oscuro ni se me antoja.

87. Otra de mis fantasías es hacer el amor con mi pareja mujer y con otra pareja hetero y hacer cambio de parejas.

88. Una de las cosas más cachondas de la vida es nadar desnudo, ya sea en un río o en el mar.

89. He hecho el amor en el mar, flotando, con visor y snorkel, y viendo peces. Es increíble.

90. También he hecho el amor en la noche en la arena. Es romántico pero no muy recomendable por la arena.

91. Me he masturbado en sitios insólitos como el vestidor de una tienda departamental de ropa, en los baños de la oficina, en el cine, viajando de noche en un camión foráneo, en medio de un bosque durante el día, en el mar.

92. Muchos hombres, simplemente por el enorme prejuicio que tenemos y por nuestra cultura culpígena, nos perdemos de lo agradable que es la estimulación del ano. Eso no tiene nada que ver con preferencias sexuales, pero es algo que tendemos a asociar.

93. Nunca he estado con una prostituta.

94. Practicar el travestismo nunca me ha parecido algo excitante, para nada, aunque alguna vez
me he puesto los calzones de mi novia, solamente por jugar y para reirnos un rato de cómo se me ven.

95. Muchas de mis novias me han confesado que se han sentido atraídas por otras mujeres, pero que no se han atrevido a llegar a más. En ese aspecto, creo que la libertad que viven las mujeres para hablar más abiertamente de lo que sienten es algo que los hombres deberíamos imitar.

96. Siempre me ha maravillado el hecho de que las mujeres pueden ser multiorgásmicas. Es una de las muchas envidias que les tengo en materia sexual.

97. Uno de los recuerdos más cachondos que tengo de una experiencia sexual real es haber ido manejando en la carretera de regreso a la ciudad y, mientras controlaba el auto con la mano izquierda, masturbaba a mi novia con la mano derecha. Se iba haciendo de noche y al principio a ella le daba un poco de vergüenza que la gente de otros autos se diera cuenta. Después la excitación le ganó y terminó desnuda junto a mí. No me acuerdo si alcanzó uno o varios orgasmos pero yo, que no podía hacer nada más que manejar, quedé excitadísimo.

98. Otra de las cosas que me gusta mucho hacer es despedirme de mi pareja antes de ir a trabajar y en ese momento hacer el amor y que se me haga tarde.

99. La mayor intensidad orgásmica que pueda alcanzar trae como resultado un latigueo de mi columna vertebral, algo como así un cosquilleo recorriera la médula espinal.

100. El espejo. Me encanta hacerlo en frente de un espejo o frente a un ventanal, cuando es de noche y la habitación está a oscuras y nadie te puede ver pero uno sí puede ver lo que hay afuera.

Cumplí. Pensé que iba a ser más difícil pero, una vez iniciado, la cosa fluye fácilmente. Como en todo, el chiste es empezar. Ahora pienso que se me quedaron otras cosas en el tintero.

No hay comentarios.: